lunes, 8 de marzo de 2010

LENGUAJE COMO CONSTRUCTOR DE REALIDADES


FUNDACION UNIVERSITARIA LUIS AMIGO





COMPETENCIAS LINGUISTICAS




“EL LENGUAJE COMO CONSTRUCTOR DE REALIDADES”







REALIZADO POR: GERMAN ANDRES VELANDIA DAZA
LICENCIATURA EN FILOSOFIA



EL LENGUAJE COMO CONSTRUCTOR DE REALIDADES
. “Nadie enseña lenguaje  a otro. El lenguaje es una invención humana que se hace socialmente  y nadie enseña, todos adquieren el lenguaje, crean el lenguaje. Lo que uno enseña al otro es la gramática. Hasta la Sintaxis en ciertas dimensiones tampoco se enseña, porque la sintaxis de tu análisis es la forma como el pensar  se estructura en el discurso”
Paulo Freire.
El lenguaje es constructor de realidades  debido en que en él se cimentan diversos aspectos importantes para el ser humano. Es el caso, de la política, la religión, la economía.  Siendo el lenguaje la manera de dar forma a la realidad del ser humano. Por esto, los factores  externos e internos determinan dentro del hombre una integralidad de aspectos como el físico, psicológico, espiritual y social.
Cuando se realiza un acercamiento al concepto del lenguaje se entiende como aquel que permite la creación de paradigmas[1]. Por esto, el hombre determina su cultura con sus características que le son propias, tales como el lenguaje, ideologías, orientaciones religiosas.
De lo anteriormente  mencionado, una sociedad sin lenguaje no tendría la posibilidad de existir, por la dificultad de consolidar comunidades significativas, en donde dan origen a determinadas estructuras de poder, como la sociedad, la familia e incluso la misma escuela.
Entendiendo como comunidades significativas, todas aquellas personas que coinciden en determinar un significado a un objeto, por ejemplo:  el término “MESA”, se le da a un objeto que posee unas propiedades como su composición física, es de madera; tiene cuatro extensiones denominadas patas sujetadas por medio de tornillos.
El siguiente escrito parte del fenómeno de la experiencia como manifestación de la realidad donde se tejen  diversos aspectos que afectan al ser humano como el aspecto social[2], cultural, religioso y económico. Pero que han sido  tocados o sostenidos sobre un ser llamado lenguaje, y que sin el nada de lo anteriormente mencionado sería posible.
El desarrollo de  esta problemática, nos lleva a orientar el pensamiento histórico y desde allí mirar el lenguaje, es importante tomar como punto de partida los siguientes aspectos. a. El aspecto del Origen del lenguaje mirado desde la lingüística filosófica;  b.  Wittgenstein y el lenguaje. Abordando de esta manera, el lenguaje como estructura en el cual se crean las realidades que conllevan a la elaboración de paradigmas dentro del entorno donde el hombre constantemente se desarrolla. Es decir, el lenguaje se considera como la estructura sobre la cual se ha ido desarrollando la historia y todo lo que la conforma.
Podemos notar la diversidad de pensamientos que existen, las diversas formas de darnos a entender (Ya sea, por medio de un lenguaje oral o sencillamente por uno escrito), en aquellas personas que no sufren una limitación como ser ciegos o sordos. Siendo el lenguaje un ser que no permanece estético sino que se transforma y se adapta al ser humano, dependiendo la cultura o realidad dentro de la cual se este moviendo.
Por esto cuando hablamos del Origen del Lenguaje, hacemos referencia a aquellos aspectos que dieron cuenta de su nacimiento, para ello en el desarrollo de la historia aparecen pensadores que tratan de dar respuesta a este hecho. Crátilo, defiende la tesis del naturalismo semántico, estableciendo un cierto isomorfismo entre nombres y cosas, de tal modo que el intento de imitar fonéticamente y onomatopéyicamente [3] habría sido el origen de las palabras.
Hermógenes, plantea el convencionalismo lingüístico, en donde el lenguaje se va dando a lo largo de la historia por costumbre y no por imitación  mostrando de esta manera el aspecto versátil dentro de la realidad[4]. Por esto, el lenguaje es determinado dentro de una comunidad significativa que se ira desarrollando a lo largo de la historia. No obstante, cada época contiene sus propias significaciones y orientaciones dentro de los hechos políticos, sociales, religiosos.
Platón, quien acoge el naturalismo semántico plantea una fuerte desconfianza frente a la viabilidad de las palabras para reflejar la realidad. Plantea de esta manera, una separación del lenguaje y del pensamiento, al sembrar  duda en torno a la ambigüedad y la poca certeza en torno al lenguaje[5].  Esta ambigüedad se ve reflejada por la estructura de su pensamiento, donde separa el mundo real del mundo de las ideas, y presenta como modelo de verdad todo aquello que provenga del mundo de las ideas, teniendo como falso el mundo visible.
Por otro lado, Sócrates, (Según la referencia que hace Platón en el Menón  y Cármides), el lenguaje es el dominio de las nociones, conceptos e ideas que pertenecen a una realidad determinada, para de esta manera coincidir en una comunidad de referencias.  En consecuencia,  se estructura  un grupo de personas en común  que  pueden compartir un mismo conocimiento y una misma lengua. Por  ejemplo: cuando en el Menón, Sócrates,  intentando probar la teoría de la reminiscencia [6]somete a un interrogatorio  concienzudo a un esclavo, llevándolo por sí mismo a que él conozca nociones de geometría que nadie le había enseñado previamente; pero  lo primero que pregunta Sócrates al esclavo,  es” Si sabia griego y lo hablaba”, siendo esta última pregunta el garante para poder  iniciar la conversación. Lo  que   quiere indicar que debe existir un mínimo de referencias donde personas dentro del común  comparten un mismo conocimiento.
En cambio, Aristóteles  en su tratado sobre el ALMA en el libro II, plantea una reflexión en torno a la voz, donde la determina como aquel elemento que el hombre utiliza para determinar una situación política y social. En este libro llega a la conclusión de que esta característica es netamente del ser humano, y que al producirse el sonido lleva a la formación y estructuración de  la voz humana.  Todo este proceso es denominado  lenguaje, siendo este significativo y además que  este carácter lingüístico determina el aspecto social y político[7].
Entrando en el marco de la Edad Media, San Agustín de Hipona en su libro de las confesiones[8] relata como aprendió a hablar, él  explica este hecho  como la manera de imitar a los mayores haciendo coincidir los signos lingüísticos por ellos proferidos con las cosas. De igual forma,   los movimientos corporales apuntaban a establecer la diferencia entre lo que es significado y significante. Es por esto que el hombre determina y le da un significado determinado a un objeto. Es el caso, de la mesa. Le damos un significado a este objeto que siempre nos relacionaron con esta idea.
Para el pensador y filósofo Thomas Hobbes  en su obra el leviatán aparecen tres ideas, en torno al lenguaje. En un primer momento  sigue la idea Aristotélica que aparece en su obra la política, el lenguaje se ve como aquella cualidad humana, que es el vehículo de la comunicación y/ de relación entre los seres humanos, permitiendo vivir en una sociedad y afrontar tareas comunes, como la convivencia y la lucha por la paz.
En un segundo momento –Hobbes-  da a la palabra, un cuerpo sonoro, material en caso contrario, evanescente a la actividad mental. De este modo da a entender que el pensamiento no nace sin el lenguaje, es decir que necesitamos del lenguaje para que pueda formarse y organizarse el conocimiento.
Y por ultimo,-Hobbes-  partiendo de la existencia de la sociedad  y de la necesidad de la comunicación entre sus miembros, plantea el lenguaje como expresión de “Pensamiento”.  Por esta razón el lenguaje da a conocer los deseos, sentimientos, en su relación con los otros[9]; para determinar propiamente una sociedad.
De este modo, al finalizar este recorrido histórico puede sintetizarse con  la frase del pensador John Locke. “EL hombre fuera una criatura sociable, lo hizo no solo con la inclinación y necesidad de relación con los de su propia especie, sino que además lo doto del lenguaje, que seria un gran instrumento y vinculo con la sociedad”.[10]
En este itinerario histórico  se observan las implicaciones  del lenguaje dentro de la sociedad  y especialmente dentro del ser humano. ¿Pero como logramos realizar el paso del lenguaje  y relacionarlo con lo que vemos? por medio de la aprehensión de la realidad, donde el objeto es tomado de lo externo al hombre (Objeto de primera intensión), y se saca de la realidad  para volverlo objeto mental (Objeto de segunda intensión), ya que ese mismo objeto que esta en la realidad se convierte en objeto mental, lo hemos  aprehendido y lo volvemos concepto[11].  Este proceso se determina y se logra por medio de la lógica, ya que es ella la que afirma el grado de veracidad o falsedad de un objeto o realidad. Implica por sí una concepción semántica basada en el carácter representativo del lenguaje, porque se manifiesta en pintura o figura,  representación o figuración del mundo.  De esta manera, puede verse en el lenguaje su carácter especulativo.[12]
Para continuar con el desarrollo de este tema, se vera el aporte significativo del Pensador y filosofo Wittgenstein, el cual ve en el lenguaje una tarea importante de la filosofía. En  su obra el Tractatus nos dice “Los limites de mi lenguaje, significan los limites de mi mundo”; lo que nos quiere indicar que cuando surgen cuestionamientos frente a la existencia, se recurre al lenguaje para tratar de dar respuesta; pero al momento de llegar a éste se establece una confusión, lo cual produce embrollos en las barreras del lenguaje.
El problema radica en la confusión de la gramática verdadera con el desarrollo del lenguaje común al que se le da la categoría de verdad[13], mientras que al lenguaje se le debería considerar como transcendental; debido a su composición como delimitante de sentido y constitución del mundo real.[14] Para lograr esta semejanza estructural  entre lenguaje y mundo, es necesario buscar un rasgo común  a lo que  se va a denominar Lógica formal, como la estructura o categoría en el mundo mediante la combinación  lógico- lingüística de los signos. De esta manera esta combinación  se podrá regir por la lógica, como aquella que determina la proposición o idea, teoría, de todo pensamiento, de todo lenguaje en el que se muestre[15].
Adicionalmente, -Wittgenstein-  al referirse al lenguaje prefiere utilizar el término “Juegos lingüísticos”;  porque el lenguaje expresa el pensamiento , mirado desde otro ángulo , siendo el lenguaje una forma de vida, una forma de situarse en el mundo, una forma de desplegarse frente a los demás, siendo esto posible por la comunicación. Al  concepto de juegos lingüísticos relacionamos  el concepto de Juegos de Lenguajes, el cual se constituye  por el lenguaje y las acciones  en las cuales  esta entretejido.
A modo de conclusión, la noción de Juego lingüístico, comprende las siguientes características:
a. divide la totalidad del lenguaje en un conjunto de tareas, cada una de las cuales expresa un dominio de la cultura y de la acción humana, destacando así el pluralismo lingüístico
 b. al vincular este concepto  al de forma de vida, sitúa el lenguaje dentro del marco social y vital
 c. subraya la idea de acción y actividad como un elemento esencial del comportamiento lingüístico,
 d. implica la noción de comunicación, ya que tiene un emisor y un receptor de contenidos   de mensajes variados
 e. introduce la idea de regulación  (regla) – a semejanza de los juegos- donde el lenguaje queda sujeto a la cultura dentro de lo institucional y habitual
 f.  Plantea la discusión entre los juegos lingüísticos dando la posibilidad de encontrar aspectos en común, destacando la legitimidad de cada juego, renunciando con ello a una normativización del lenguaje.
En síntesis, el problema del lenguaje dentro de la realidad humana y desde los aportes filosóficos anteriormente mencionados, nos lleva a descubrir los diversos tipos de Paradigmas que se han tejido en su entorno. De modo que el lenguaje ayuda a estructurar la realidad en diversos escenarios dando sentido objetivo y subjetivo a la dimensión humana y a la dialéctica comunicativa. Por tal motivo, el lenguaje debe ser entendido como “ser”, ya que genera vida, fuerza, seguridad, creación de ideales y relaciones interpersonales reflejados en el campo socio- cultural y religioso.





[1] El filósofo y científico Thomas Kuhn dio a paradigma su significado contemporáneo cuando lo adoptó para referirse al conjunto de prácticas que definen una disciplina científica durante un período específico de tiempo. El mismo Kuhn prefería los términos ejemplar o ciencia normal, que tienen un significado filosófico más exacto. Sin embargo, en su libro La Estructura de las Revoluciones Científicas[] define a un paradigma de la siguiente manera: Lo que se debe observar y escrutar, El tipo de interrogantes que se supone hay que formular para hallar respuestas en relación al objetivo. Cómo tales interrogantes deben estructurarse. Cómo deben interpretarse los resultados de la investigación científica. Alternativamente, el Diccionario Oxford define a paradigma como "Un patrón o modelo, un ejemplo". Así, un componente adicional de la definición de Kuhn es: Cómo debe conducirse un experimento y qué equipamiento está disponible para realizarlo.

[2] La sociedad es el conjunto de individuos que comparten fines, conductas y cultura, y que se relacionan interactuando entre sí, cooperativamente, para formar un grupo o una comunidad.

[3] Al referirnos a este concepto  es el uso de una palabra, o en ocasiones un grupo de palabras, cuya pronunciación imita el sonido de aquello que describe. Ejemplos típicos de onomatopeyas son "bum", "pam", "clic", "clá" o "crac". Algunas onomatopeyas son utilizadas para describir figuras visuales en vez de sonidos, como "zigzag".
Las onomatopeyas son empleadas también para describir el sonido emitido por animales. Existen onomatopeyas en todos los idiomas aunque generalmente difieren de uno a otro, a veces radicalmente, ya que la mayoría de los sonidos no se pueden articular fonéticamente

[4] NIETO, BLANCO. Carlos; “LA CONCIENCIA LINGÜÍSTICA DE LA FILOSOFIA, Ensayo de una critica de la razón lingüística“, Antecedentes de la conciencia lingüística, 1997, Edit. Trotta,  Pág. 25.

[5] Ibídem. Pág. 26 
[6] La teoría de la reminiscencia es el complemento de la teoría socrática del conocimiento y de la enseñanza: enseñar no es introducir un conocimiento en la mente de un sujeto sino incitar al alumno a que descubra en su interior una verdad.
[7] Ibídem. Pág. 27
[8] SAN AGUSTIN; CONFESIONES; Capitulo I, numeral 13;  1999; Edit. Porrua;
[9] Nieto, Ibídem; Pág. 34.
[10] LOCKE, John; Ensayo del Entendimiento Humano, 1690; Parte 3, I- III, pág. 35;  Edit. Nacional, Madrid España
[11] Nieto, Ibídem; Pág. 128
[12] Ibíd. Pág. 128
[13] Nieto, Ibídem; Pág. 130
[14] Ibídem; Pág. 131
[15] Ibídem; Pág. 132



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